En el marco del XXVI aniversario de creación del Instituto de la Mujer de la Universidad de Panamá (IMUP) y con las palabras de su directora la Dra. Delsa Pérez de Saavedra, inició el foro internacional “La emergencia sanitaria y su impacto en los derechos humanos de las mujeres”.
“Esta situación de pandemia la desconocíamos, por ello nos informamos de forma que salgamos nutridos de información y poder reproducirla”, destacóPérez.
El ciclo de conferencias lo inició la Dra. Carla Cajiga, coordinadora del Grupo de Mujeres Constitucionalistas de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República (UDELAR-Uruguay), quien dijo que la relación entre el trabajo que se desarrolla en la oficina y fuera de ella es la búsqueda del equilibrio entre la vida personal y el trabajo, convirtiéndose en un desafío para las empresas y los trabajadores.
“En la Organización Internacional del Trabajo OIT encontramos varios tipos de teletrabajo, todas se desarrollan con el soporte de las tecnologías, pero, si vamos a lo específico, al género, las mujeres somos las que sufrimos las más altas tasas de desempleo, salarios bajos y malas condiciones de trabajo”.
Cajiga presentóla situación de la pandemia en Uruguay, señalando que pocas empresas realizan teletrabajo y que no cuentan con una legislación de esta modalidad de trabajo, “se presentaron proyectos, uno de ellos tiene media sanción parlamentaria en donde lo definen en general, pero no considera a las mujeres en el contexto laboral, se tiene que regular de forma general pero no tiene perspectiva de género, tampoco tiene miradas del estrés del teletrabajo pues no atiende a la realidad de la mujer”.
La Dra. Frida Caballero, Coordinadora del Doctorado en Gestión y Transferencia del Conocimiento de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, México, fue la encargada de exponer sobre las mujeres en la ciencia y en la tecnología.
“En 1991 teníamos 7 mujeres investigadoras en el 2021 tenemos 279, a nivel nacional de investigación el 37% de mujeres son investigadoras, la mayoría de los investigadores son hombres”, mencionó Caballero.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), publicó en el 2018 que el 33% de investigadores a nivel internacional son mujeres.
En relación a ello Caballero considera que la mujer tiene tareas distintas a los hombres, “la mujer tiene el miedo a flor de piel, las tareas son distintas estamos escribiendo y a la vez estamos haciendo oficios, dejamos de tener asistencia doméstica, tenemos que duplicar el trabajo de la casa el manejo del tiempo es distinto, queremos avanzar un trabajo no podemos por atender el colegio de los niños o la casa”.
A pesar de la cantidad de roles que ocupa hoy día la mujer para Caballero se acerca un problema más grande, “viene un problema más grande que es el cambio climático, estamos reimaginando la ciencia y la tecnología, reinventándonos para salir adelante, buscando el proceso de ciencia abierta y estamos trabajando hacia la gestión de las investigaciones”.
Por último, la Dra. Estela Guerrero De León, directora del Centro de Investigaciones Farmacológicas de la Universidad de Panamá, expuso sobre las mujeres investigando en la pandemia.
“Según el INEC (2015), la Universidad de Panamá muestra que en las facultades existe una diferente distribución de las mujeres y los hombres, un 48% de los profesores son mujeres, mientras que, en la Universidad Tecnológica de Panamá, las mujeres representan un 38% del profesorado”, acotó Guerrero.
Según Guerrero los hombres y las mujeres dedican la misma cantidad de tiempo a su trabajo remunerado, pero las mujeres profesoras con hijos pequeños dedican menos tiempo a la investigación.
“Durante el primer brote de Covid-19, las madres con hijos pequeños redujeron sus horas de trabajo entre cuatro y cinco veces más que los padres, la brecha de género en la productividad ha disminuido con el tiempo y ha desaparecido en la generación más joven de investigadores”.
Guerrero añadió que durante la pandemia el número de investigaciones realizadas por mujeres demostró un aumento significativo, pero que por otro lado disminuyó el número de proyectos en las investigaciones clínicas.
“El 68% de los que solicitan apoyo para sus investigaciones en SENACYT son hombres, esta unidad nunca ha tenido a una mujer que la lidere, esto me lleva a concluir que nuestros gobiernos si están trabajando para abrir oportunidades a becas”, culminó Guerrero.
El foro internacional se realizó a través de una plataforma de videoconferencias, bajo la moderación de la Mgter. Deysi Vega, coordinadora de extensión e investigación del IMUP
“Universidad de Panamá, la #1 en Educación Superior”
Redacción y foto: Ingrid Amaya