El de marzo del presente año se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, una fecha importante a resaltar en nuestro país, al igual que en el resto del mundo, ya que se destaca y reconoce el valor, las cualidades, la tenacidad, sus niveles de organización y el papel preponderante que las mujeres han jugado en las distintas luchas políticas, emancipadoras, económicas, culturales, sociales y de liberación; siempre en la defensa de sus intereses, reivindicaciones, derechos, conquistas y por abrirse espacios en todos los estadios laborales, profesionales, académicos, científicos, investigativos, humanistas y tecnológicos en las sociedades.

En nuestro país, en diversas instituciones públicas y educativas, al igual que desde distintos espacios gremiales y organizados, se realizan eventos y manifestaciones para conmemorar esta importante efeméride.

La ocasión es propicia a nuestro juicio, para retrotraer los antecedentes históricos sobre el significado de este acontecimiento que se celebra o conmemora en diversas partes del mundo. Hay que partir explicando entonces, que hace 114 años en marco de lo que fue la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague, en 1,910, la alemana Clara Zetkin fue quien, en medio de este evento, propuso y sustentó la necesidad de crear un “Día de la Mujer Trabajadora” con la finalidad de resaltar y rendir  honor a todas las mujeres obreras que desde mediados del siglo XIX venían luchando y arriesgado sus vidas por mejores condiciones laborales, por igualdad salarial, derecho a estar sindicalizadas, exigiendo además jornadas laborales justas, capacitación vocacional; conferencia en la que también planteaban la eliminación del trabajo infantil y el ejercicio pleno de la ciudadanía, entre otras muchas reivindicaciones y derechos.

En el marco de aquella II Conferencia Internacional, donde también se debatieron los derechos laborales, la educación y la lucha contra la guerra, la polaca Rosa Luxemburgo, la francesa Inessa Armand y las rusas Aleksandra Kollontái y Nadezhda Krúpskaya, entre más de un centenar de lideresas provenientes de 17 países, apoyaron esta moción presentada por Clara Zetkin, mujer política, decidida y luchadora que con sus acciones inquebrantables, desafió las ideas fascistas, racistas y hegemónicas del führer Adolf Hitler.

Gracias a esas inolvidables pioneras socialistas, desde el año 1911 se conmemora cada 8 de marzo el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, fecha que 65 años después en 1975, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reconoció oficialmente para conmemorar en todo el mundo, la importancia de las luchas de las mujeres trabajadoras en el movimiento político, social, sindical, reivindicativo, magisterial, por su participación plena en la defensa de los derechos humanos, económicos, en igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integral como persona.

‘‘Las mujeres vivimos un momento de transición, de anhelos y reivindicaciones”, lo expresó en su momentoClara González, feminista panameña, reconocida como la primera mujer abogada graduada de la Universidad de Panamá en el año 1922, considerada además como una de las más destacadas representantes del movimiento feminista panameño, y definida por el intelectual Diógenes de la Rosa como “La mujer del siglo XX”. Sin embargo, en la actualidad siguen presentes e influyentes, conductas misóginas, machistas, patriarcales y fundamentalistas en nuestras sociedades, a tal nivel que los casos de violencia y de femicidios continúan siendo temas de noticias y de debates en los medios de comunicación, al igual que de investigación y legales en nuestras sociedades.

Desde la óptica de algunas feministas panameñas y defensoras de los derechos de la mujer, este tipo de conductas y comportamientos son inducidos y hasta influenciados por quienes insisten en “campañas ideológicas subliminales, conservadoras, fascistas y religiosas, que, desde la influencia del capitalismo y el fundamentalismo abiertamente amenazante, buscan acabar con las conquistas y logros adquiridos durante décadas, acabar con los derechos y reivindicaciones socioeconómicas hasta el momento obtenidas y de las que aún faltan adquirir”

Lo anterior debe llevarnos a todos como ciudadanos, profesionales y académicos que la “igualdad de derechos y la igualdad de oportunidades”, representa el progreso para todos y todas en una sociedad realmente equitativa, ya que solo así comprendernos que, “La igualdad de género y los derechos de las mujeres son fundamentales para el progreso mundial en las esferas de la paz y seguridad, los derechos humanos y el desarrollo sostenible”; y que, “solo podremos restablecer la confianza en las instituciones, reconstruir la solidaridad mundial y cosechar los frutos derivados de contar con perspectivas diferentes, si hacemos frente a las injusticias históricas y promovemos los derechos y la dignidad de todos”; como lo expresó en su momento Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.

Nuestro país cuenta con valiosas, pioneras y luchadoras, que jugaron un papel importante, como académicas, feministas y luchadoras sociales de nuestra historia patria. Mujeres como: Clara González, primera mujer abogada graduada de la Universidad de Panamá en el año 1922, Julia Palau de Gámez, precursora del Sindicalismo Femenino en Panamá, Felicia Santizo de García, educadora panameña, fundadora de la Unión Nacional de Mujeres, Thelma King Harrison, abogada, periodista, docente y activista política, Diana Elsa Morán Garay; poetisa panameña, dirigente magisterial, Sara Sotillo Guillén, feminista panameña, educadora y destacada dirigente magisterial, Gumercinda Páez, mujer destacada al teatro y egresada en 1,945 con el título de licenciada en Humanidades en la Universidad de Panamá, Marta María Matamoros Figueroa, modista de profesión y destacada militante política, considerada por el movimiento obrero panameño como una aguerrida defensora de los derechos sindicales de las mujeres obreras en Panamá, entre mucha otras, son parte de ese valioso legado histórico y ejemplar de nuestro país.

Hoy al cumplirse 113 años de conmemorarse del “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, una nueva y valiosa generación continúa avanzando y luchando por esa “Igualdad de derechos, igualdad de oportunidades y contra la violencia de género”, porque, como ellas mismas así lo expresan: “nada les ha sido regalado, tampoco les ha sido fácil para defender y alcanzar los derechos adquiridos”al igual que los espacios conquistados en el terreno laboral, académico, científico, político, intelectual, social, cultural, gremial y sindical, entre otras disciplinas y áreas del saber.

Texto y Foto: Félix E. Villarreal V.

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