La Universidad de Panamá ha logrado mantener un alto nivel de seguridad en sus instalaciones, gracias a la instalación estratégica de cámaras de vigilancia, lo que ha resultado en una notable disminución de robos de vehículos.
Sin embargo, el rector Eduardo Flores Castro advierte sobre las limitaciones presupuestarias que afectan al personal de protección y la creciente carga de trabajo para administrativos y profesores, mientras reitera su compromiso de no buscar la reelección.
La seguridad en las instalaciones de la Universidad de Panamá ha sido una preocupación constante para la administración. A pesar de los desafíos, el rector Eduardo Flores Castro destacó que, en los últimos cinco años, no se ha registrado ningún robo de vehículos en el campus.
«No lo quiero decir muy fuerte, no vaya a ser que hoy mismo se robe uno», comentó con humor, pero también con cautela, subrayando que este logro es en gran parte gracias a la implementación de un sistema de cámaras de vigilancia, tanto en el interior como en los alrededores de la universidad.
No obstante, Flores Castro señaló que la seguridad aún enfrenta desafíos significativos debido a la falta de personal de protección, una situación derivada de restricciones presupuestarias. «No podemos inventar partidas para funcionar los administrativos», explicó el rector, aludiendo a la limitada capacidad de la universidad para aumentar el personal necesario.
Además, el rector reflexionó sobre su tiempo al frente de la universidad, mencionando que está en contra de la reelección de un rector más de una vez, y que, aunque considera un solo periodo como insuficiente para una institución tan compleja, no buscará extender su mandato.
El crecimiento estudiantil en la universidad ha sido notable, pero ha traído consigo un aumento en la relación estudiantes-administrativos y estudiantes-profesores.
Actualmente, la universidad cuenta con 23 estudiantes por cada administrativo, en comparación con los 13 que había al inicio de su gestión.
De manera similar, los profesores ahora tienen una media de 26 estudiantes por aula, en contraste con los 14 de hace siete años.
Este incremento en la carga de trabajo se debe, según Flores Castro, a la falta de fondos para contratar más personal docente y administrativo. «Este semestre estamos pagando a profesores con fondos de autogestión», concluyó el rector, evidenciando los esfuerzos para mantener la calidad educativa a pesar de los retos financieros.
Por: Alfredo Meléndez Moulton.
Foto: Félix Villarreal.






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