Autoridades de la Universidad de Panamá destacaron, en una entrevista con Radio Ancón, el rol fundamental de la institución en el desarrollo del país a través de la investigación y la formación académica de alto nivel. Así, el Dr. Jaime Gutiérrez, vicerrector de Investigación y Postgrados, y Eldis Barnes Molinar, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, presentaron sus argumentos y ejemplos de los avances alcanzados.

El Dr. Gutiérrez enfatizó la importancia de contar con un financiamiento adecuado para la investigación, afirmando:

—“Esto no se le da a alguien por a mí mismo, esto hay que ganárselo. Si el Estado asegurara una partida suficiente para el desarrollo de la investigación en la Universidad de Panamá, sería mucho más provechoso para el país.”

Asimismo, rechazó la idea de que la universidad sea simplemente “un agüero negro” donde se pierden recursos estatales, subrayando que la investigación impacta positivamente en la sociedad y genera resultados significativos.

Por su parte, el decano Barnes resaltó la contribución de la universidad en el ámbito agropecuario:

—“Cada cucharada de arroz que se come el panameño es producto de investigación en la Facultad de Ciencias Agropecuarias.”

Barnes recordó la larga tradición investigativa en la producción de semillas de arroz, iniciada en los años 60, y destacó la evolución en la calidad del personal académico. “Hoy día, nadie puede estar en la universidad sin tener una maestría. Muy pronto, incluso se exigirá el doctorado para fortalecer el relevo generacional”, puntualizó.

Ambos funcionarios coincidieron en la necesidad de transparencia y rendición de cuentas. Según Gutiérrez, la Universidad de Panamá organiza cada octubre un acto en el domo universitario donde informa a la sociedad sobre el uso de los recursos estatales, invitando a representantes de todos los sectores. “La universidad hace un esfuerzo enorme para que la sociedad conozca lo que está haciendo”, afirmó.

En materia de educación superior, las autoridades defendieron el carácter público y el compromiso social de la institución. Con cerca de 100,000 estudiantes y un presupuesto que ronda los 320 millones, la universidad se posiciona en comparación con otras instituciones de la región, como la Universidad de Costa Rica, para evidenciar las limitaciones presupuestarias y la necesidad de un mayor respaldo estatal.

 Además, resaltaron que la formación de posgrado se realiza mediante un modelo de autogestión, sin aporte directo del Estado, y que actualmente cuenta con 14 programas de doctorado en diversas áreas, incluyendo propuestas innovadoras como el doctorado en educación musical.

Barnes también hizo énfasis en la importancia de mantener carreras en ciencias sociales y en fomentar actividades culturales en todo el país. La universidad, aseguró, es responsable de enviar anualmente a más de 5,000 estudiantes a realizar servicio social en empresas públicas y privadas, de implementar diversos observatorios –entre ellos, el de Drogas, Explotación Sexual, Discapacidad y Desarrollo Sostenible– y de promover iniciativas culturales como la Filarmónica, la Orquesta de Cámara, grupos de danza y teatro, entre otros.

Durante la conversación se destacó que, a pesar de críticas recientes y propuestas polémicas, la Universidad de Panamá continúa siendo un pilar fundamental para el desarrollo del país. Gutiérrez remarcó:

“La universidad es una institución en constante revisión, con un compromiso social que va más allá de cifras presupuestarias. No es un agujero negro en el presupuesto del Estado, sino un motor de desarrollo y movilidad social.”

Barnes, por su parte, enfatizó la alta calidad académica y el impacto positivo de la universidad en la sociedad. Recordó, por ejemplo, la excelencia en los exámenes internacionales y la solidez en diversos rankings:

“Tenemos el ranking web métrico en primer lugar, estamos en la cima del CIMAGO, en el Ranking for Scientists y en el Ranking Mundial QS. Nuestros estudiantes son, sin duda, de los que más rápido consiguen trabajo en sus áreas de grado.”

Compromiso Académico y Social

Ambos expertos resaltaron que la Universidad de Panamá, con más de 400 mil egresados activos en el mercado nacional, ha sido históricamente la cuna de profesionales en áreas tan diversas como medicina, odontología, psicología, ingeniería, Bellas Artes y ciencia de datos, entre otras. Barnes subrayó que la institución es única al ofrecer carreras exclusivas que aportan un valor académico incuestionable al país.

Asimismo, se enfatizó la función social de la universidad:

“El hecho de que el 60-70% de nuestros estudiantes provengan de hogares de bajos ingresos y tengan acceso a una matrícula accesible es clave para la movilidad social y para reducir índices de desigualdad,” afirmó Barnes.

Gutiérrez añadió que esta labor social es la que también contribuye a la estabilidad y tranquilidad social, al brindar oportunidades a jóvenes que, de otro modo, enfrentarían barreras insalvables para acceder a la educación superior.

Debate sobre la Gestión y la Participación Estudiantil

En la entrevista se abordaron también aspectos relacionados con la administración y la selección de autoridades universitarias. Barnes recordó episodios históricos y cuestionó la injerencia gubernamental en la elección de directivos:

“El gobierno cambió el método tradicional de elección en el claustro. Esto ha afectado la esencia académica de la institución, algo que hay que revisar en pos de un futuro más autónomo y participativo.”

Por su parte, Gutiérrez defendió la necesidad de mantener siempre abierta la puerta al diálogo y a la autocrítica, recordando que la universidad ha participado activamente en eventos históricos fundamentales para el país, lo que refuerza su papel como motor del cambio social.

Ambos interlocutores coincidieron en que, pese a los desafíos y a las críticas –como la sugerencia de cerrar la universidad por un día o la percepción de que es “invisible”– la institución debe seguir fortaleciendo sus capacidades y visibilizando sus aportes.

“No se trata de imponerse a nadie, sino de hacer que la gente escuche y entienda que la Universidad de Panamá es una pieza clave en el engranaje del desarrollo nacional,” concluyó Gutiérrez.

En definitiva, las declaraciones de Jaime Gutiérrez y Eldis Barnes ponen de relieve la necesidad de un compromiso conjunto entre gobierno, academia y sociedad para seguir potenciando una universidad que, más allá de sus logros académicos, cumple una función esencial en la transformación social y en la consolidación del futuro de Panamá.

Por: Alfredo Meléndez Moulton

Foto: DIRP

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