El sistema de cuentas individuales que sustituye el modelo de reparto de beneficio definido genera preocupación entre los trabajadores, ya que establece múltiples cálculos de pensiones según la transición de cada cotizante, diferenciando entre quienes pasan del sistema mixto y los nuevos cotizantes que ingresan directamente a cuentas individuales.
La Dra. Ana Patiño, especialista y docente de la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá, ha planteado en Nex Noticias que el debate sobre la recién aprobada Ley 462, que introduce cambios sustanciales en el sistema de seguridad social del país, a pesar de la amplitud de la normativa que consta de 245 artículos, se ha centrado en el nuevo modelo de pensiones y sus implicaciones para los trabajadores panameños.
Destaca la economista que uno de los puntos más críticos es el impacto en los trabajadores de menores ingresos. Así, “más del 60% de la población gana menos de 1,000 dólares al mes, y en los países donde se han implementado cuentas individuales, las tasas de reemplazo han sido inferiores al 30%», advirtió la economista.
Para mitigar esta situación, se incorporó el artículo 173, que garantiza una tasa de reemplazo del 60%. No obstante, los requisitos impuestos dificultan su acceso para la mayoría de la población.
Entre las condiciones para acceder al 60% de reemplazo, Patiño señala que los trabajadores deben mantener continuidad laboral sin interrupciones de cinco años consecutivos y evitar variaciones salariales superiores al 30% en un período de cinco años.
«En un mercado laboral inestable y con un 49.3% de trabajadores en la informalidad, estas condiciones son inalcanzables para la mayoría», subraya.
La docente también criticó la ausencia de políticas de Estado a largo plazo que fomenten la estabilidad del empleo.
«No basta con programas temporales; es necesario un enfoque estructural que garantice oportunidades laborales sostenibles para las futuras generaciones», afirmó.
Además, advirtió que los más afectados por estos cambios no serán los trabajadores actuales, sino las próximas generaciones, que enfrentarán menores pensiones y mayores exigencias para jubilarse.
Patiño destacó la necesidad de revisar la legislación y considerar mecanismos que garanticen una seguridad social inclusiva, adaptada a la realidad del mercado laboral panameño.
«El debate debe continuar para asegurar un sistema justo y sostenible para todos los trabajadores», puntualizó la profesora Patiño.
Por: Alfredo Meléndez Moulton.
Foto: DIRP.






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