La Facultad de Farmacia de la Universidad de Panamá celebró sus 105 años de fundación con dos hitos que marcan un antes y un después en su historia: la acreditación oficial de la carrera de Farmacia por seis años (2024–2030) y la realización del Primer Congreso Científico Estudiantil de Farmacognosia, un espacio donde estudiantes e investigadores abordaron el potencial terapéutico de las plantas medicinales y el marco legal del cannabis medicinal en el país.

Fundada el 20 de mayo de 1920, la entonces Escuela de Farmacia inició sus clases en el Instituto Nacional y ha evolucionado hasta convertirse en una institución clave en la formación de profesionales altamente capacitados. Hoy, es reconocida por su contribución al sistema de salud, la industria farmacéutica y la investigación científica.

Durante el evento, se anunció que la carrera obtuvo la acreditación oficial otorgada mediante la Resolución N° 12 del 29 de mayo de 2024, publicada en la Gaceta Oficial el 6 de junio. Este reconocimiento, que refuerza su calidad académica, se convierte en un sello de garantía para los más de 1,500 estudiantes que integran la facultad en sus sedes de Ciudad de Panamá, Veraguas, Coclé y Colón.

La decana Rosa Buitrago del Rosal destacó el compromiso de los docentes y estudiantes, y subrayó que, pese a ser una de las facultades más pequeñas de la universidad, sus egresados son altamente demandados por su preparación científica y técnica. “El país necesita farmacéuticos que no solo atiendan farmacias, sino que impulsen la investigación, especialmente en áreas donde aún no hay respuestas terapéuticas efectivas”, dijo.

Entre los temas más comentados del congreso estuvo el uso del cannabis medicinal en Panamá, abordado por el profesor Uriel Pérez, quien explicó que, aunque el cannabidiol (CBD) no es una sustancia controlada, el tetrahidrocannabinol (THC) sí lo es, y que la regulación actual sigue siendo compleja y restrictiva. Además, señaló que el comercio de productos derivados del cannabis representa miles de millones de dólares a nivel mundial y que Panamá debe modernizar su legislación para garantizar acceso seguro y regulado.

En cuanto a los avances científicos, la estudiante Greta Rodríguez, de segundo año, presentó un análisis fitoquímico de la planta Anamú, usada tradicionalmente para tratar afecciones respiratorias. Aunque algunos compuestos esperados no fueron detectados en las hojas, señaló que podrían estar presentes en otras partes de la planta, como raíces o tallos, destacando la importancia de ampliar los estudios.

El doctor Pablo Solís, investigador de la facultad, recalcó que más del 40 % de los medicamentos utilizados contra el cáncer provienen de productos naturales, y que el estudio de estas sustancias continúa siendo clave para el desarrollo de nuevos tratamientos. “La farmacognosia no es cosa del pasado. Hoy, más que nunca, el mundo vuelve los ojos a la naturaleza en busca de respuestas”, afirmó.

La actividad, organizada por el Departamento de Química Medicinal y Farmacognosia bajo la dirección de Icela Barberena, contó con la participación de estudiantes de todos los turnos, incluidos los del Centro Regional de Veraguas, y fue calificada como un éxito académico y organizativo.

El congreso cerró con un llamado a institucionalizar el evento de forma periódica y a mantener viva la llama de la investigación entre las nuevas generaciones de farmacéuticos.

Por: Alfredo Meléndez Moulton

Foto: Félix Villarreal.

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