Por: Alex Javier Solís Corrales/Foto: Cortesía

En la actualidad, el consenso académico y de la comunidad científica en cuanto al cambio climático es casi totalmente categórico en que se está produciendo un cambio climático y que éste es acrecentado por las actividades del hombre, fundamentalmente las que contribuyen a generar grandes cantidades de gases de efecto de invernadero a la atmósfera o que influyen en la capacidad de los sumideros naturales de carbono para transformar el CO2, como son los bosques, el suelo y otros ecosistemas.

El CO2 se encuentra presente de manera natural en cada capa de la tierra, como parte del conocido ciclo del elemento carbono, que en estado de equilibrio mantiene la circulación normal del elemento entre la atmósfera, la geósfera, la hidrósfera y la biósfera. Sin embargo, el desequilibrio surge con el aumento de las emisiones a la atmósfera, principalmente a partir de la segunda revolución industrial y asociado a la utilización de los combustibles fósiles en las diversas actividades antrópicas, de esta forma el CO2 se convierte en menos de 150 años, en el gas de efecto de invernadero más importante generado por el hombre y el segundo más importante en el calentamiento global después del vapor de agua, lo que realmente constituye un período relativamente corto, si analizamos que el istmo de Panamá tiene unos 3 millones de años de formación.

Entre las principales actividades antrópicas que platea la academia como mayores generadoras de CO2 a la atmósfera se mencionan principalmente en orden de importancia: la combustión de combustibles fósiles para la generación eléctrica, el transporte y los residuos sólidos, la fabricación industrial de productos y materiales (como acero, hormigón y plástico), la ganadería y agricultura extensiva (metano de la digestión, fertilizantes y agroquímicos) y los gases fluorados (equipos electrónicos).

Sin embargo, son muchas más las actividades humanas generadoras de CO2, de contaminación ambiental en general y afectación a la salud humana que las personas realizan de manera normal en su vida cotidiana, muchas veces por desconocimiento de la gravedad de los impactos a mediano y largo plazo, pero lamentablemente debo decir, en la mayoría de los casos corresponde a un bajo sentido de responsabilidad, respeto y valoración de la vida humana y del ambiente, tal vez respondiendo primeramente a sus propios intereses personales. Una de estas actividades, es la que vamos a traer a colación en este artículo como parte de mi aporte y concienciación ciudadana, hacia una transformación de las actividades tradicionales y prácticas poco sustentables.

Si analizamos con nuestro propio ejemplo, podemos darnos cuenta que en realidad son muy pocas las personas que conocen o les interesa la trazabilidad y el destino final de los desechos que generan y hacerse responsables de buscar las mejores alternativas ambientales y sanitarias para su disposición. Mucho peor aún, un sector de la población trata de combatir el problema, eliminando los desechos sólidos con la quema de basura, sin considerar los efectos negativos que esta práctica genera tanto para la salud humana como para el medio ambiente en general.

Cuando la quema de basura en los barrios se convierte en una práctica vecinal tradicional, lo que ocurre principalmente en los sitios más marginados de la cuidad y en las zonas rurales, se acrecienta la vulnerabilidad de las personas que la llevan a cabo. Según la Agencia de Protección Ambiental EPA la quema de 1 tonelada de desechos orgánicos genera 4.2 toneladas de CO2 a la atmósfera. Igualmente, estudios constatan que actualmente aproximadamente el 40% de la basura acumulada en el mundo se convierte en cenizas y gases que esparcen enfermedades en todo el planeta.

Según datos del Banco Mundial (2018), Panamá es uno de los países de Latinoamérica que más basura genera per cápita con un extraordinario promedio de 1.5 Kg diario por persona, muy por encima de la media para América Latina de 0.87 Kg per cápita diarios. De manera que, una familia panameña constituida de 5 personas podría llegar a generar hasta 2,737 kg de residuos sólidos anuales, basura que de ser generada dentro del seno de un hogar que realice la práctica tradicional de quema directa de sus residuos sólidos, representaría aproximadamente la emisión de unos 11,495 Kg de CO2 al año. Esta cifra básicamente responde a una aproximación de la realidad de acuerdo a estudios previos realizados, sería realmente interesante poder desarrollar estudios más profundos que permitan recopilar información de campo y estimar valores más precisos de las emisiones reales como resultado de las actividades de quema de basura domiciliaria.

La gravedad de los impactos negativos que genera la quema de basura radica no solo en la contaminación ambiental que producen sobre el aire, suelo y agua, los agentes altamente tóxicos y persistentes liberados durante la combustión, sino también por el alto riesgo que estos agentes contaminantes representan para la salud humana, en tanto una consecuente exposición a la incineración de residuos puede generar irritaciones de la piel, ojos y mucosas, alergia, asma, insuficiencia respiratoria, enfermedades cardiovasculares e incluso están asociados a la aparición de cáncer y mutaciones, así como deficiencias inmunológicas y de desarrollo en los niños.

Uno de los grandes retos ambientales y de salubridad nacional que enfrenta Panamá es la recolección, disposición y tratamiento adecuado de los desechos sólidos domiciliarios, hospitalarios e industriales. Mientras que, la peligrosa práctica de la quema de basura domiciliaria se acrecienta y se hace cada vez más común en las comunidades, sobre todo en los barrios más pobres y vulnerables donde los cargos de morosidad del servicio de recolección son elevados y en consecuencia el servicio es nulo o ineficiente.

Además, la cultura de reciclaje es muy baja, por lo que la basura incinerada generalmente contiene plásticos, papel con tinta y químicos, tela, latas, cartón, aerosoles, baterías, cables, vidrio, aparatos electrodomésticos y entre otros materiales sintéticos que generan químicos tóxicos como dioxinas, furanos, hexaclorobenceno, plomo, mercurio, y entre otros compuestos que se esparcen a la atmósfera en micro partículas que al respirarlas pueden atravesar el sistema pulmonar y llegar al torrente sanguíneo desarrollando enfermedades respiratorias e incrementando el riesgo de cáncer.

La prohibición de quemar basura y herbazales está regulada en el municipio de Panamá, a través del Decreto Alcaldicio N°1144 del 4 de abril de 2000, que establece multas hasta de B/. 5,000. En el municipio de David las sanciones se basan en el decreto 002 del 24 de enero del 2005, que adopta medidas de protección y preservación del ambiente, las multas oscilan entre los B/. 50 y B/. 600. Las denuncias se pueden realizar en Mi Ambiente a través de la línea de denuncias 311 o en el sitio web http://www.miambiente.gob.pa, de igual manera los municipios son responsables de la salud comunitaria, por ende, las denuncias e pueden realizar directamente con el Juez de Paz de la localidad.

Finalmente, considero que una crítica no es constructiva sino se plantean soluciones prácticas e integrales, para concluir vamos a proponer algunas recomendaciones para alcanzar una gestión responsable de los residuos generados en el hogar: iniciando con el desarrollo de una sensibilización personal y una transformación de los hábitos de consumo, sistemas productivos y de explotación de los recursos que permita reducir la generación de residuos, toda vez que se incentiva el reciclaje y la reutilización. Por otro lado, una adecuada y oportuna clasificación de los desechos es fundamental para aprender a obtener ingresos de nuestra basura, con el reciclaje de los desechos sólidos por una parte y también la transformación de los residuos orgánicos para la generación de biogás, compostaje y demás productos obtenidos a partir de tecnologías y procesos químicos y biológicos de conversión de la materia.

Una respuesta a “La quema de basura doméstica  en Panamá, una problemática ambiental enmascarada”

  1. Avatar de Manuel Pinzon
    Manuel Pinzon

    Hola

    Estoy de acuerdo a la protection del Ambiente.

    Venir a vee la cantidad de basura que hay en el Cuadro de Softball de La Union. Corregimiento de Guadalupe, La Chorrera. Mucha basura es quemada cada Sabado y Domingo Durante la mañana y la tarde.

    por favor alguien haga algo.

    gracias

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