Panamá cuenta con una base de datos científicos de gran valor para los países de Centroamérica, en materia de veneno de serpientes y escorpiones, gracias al trabajo que desarrolla el Centro de Investigación e Información de Medicamentos y Tóxicos (CIIMET), ubicado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.
La picadura de escorpiones y la mordedura de serpientes son un problema de salud pública para Panamá, las estadísticas muestran incidencia de muertes a causa de ello (en su mayoría menores de edad). Gracias a las investigaciones del CIIMET se realizó un mapeo de zonas vulnerables, se identificó las especies más venenosas del país y esta data científica permitió a las autoridades distribuir el suero antiofídico y antiescorpiónico según la necesidad de cada área para bajar la tasa de muertes.
La directora del CIIMET, Hildaura Acosta de Patiño, explicó que “todos los trabajos de investigación que ellos realizan impactan en la vida del ser humano”, actualmente hay 9 proyectos ejecutándose (con financiamiento nacional e internacional), 2 de estos están en etapa de cierre y entrega del informe final, mientras que existen 15 proyectos que ya fueron concluidos.

Qué arrojan las investigaciones
Las investigaciones establecieron que en Panamá existen dos especies que afectan a la población con mayor frecuencia y severidad: el escorpión Tityus y la serpiente equis, el país tiene vulnerabilidad a nivel nacional porque es boscoso y se han dado asentamientos humanos en esas áreas. Aunque existe mayor incidencia de muerte en las áreas comarcales, debido a la distancia y dificultad para transportar a los afectados, la mayoría de los casos se da en menores de 15 años, persistiendo la incidencia en menores de 6 años, ya que los accidentes se registran en el perímetro de sus casas, o cuando van camino a las escuelas.
Algunas zonas que presentan mayor incidencia de casos son: Coclé del Norte, Soná, Tole, Chiriquí Grande, Bocas del Toro, Pacora, Chorrera, Campana, Río Indio-Colón, Veraguas, aunque la afectación se da a nivel nacional. Lo más riesgoso según los datos encontrados es el tiempo que tiene el afectado para recibir el tratamiento, eso hace la diferencia entre sobrevivir o morir (hasta 2 horas luego de la picadura o mordedura).
Destaca que las investigaciones se han trabajado de manera coordinada con las autoridades del MINSA, CSS, regiones como Coclé, Panamá Este y Oeste, algunas veces financiadas por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), otras con fondos internacionales.
Gracias a estas investigaciones y el trabajo colaborativo interinstitucional, se ha logrado publicar una Guía para Manejo Integral de Picaduras de escorpiones en la República de Panamá, que ha servido al país para que las autoridades de salud establezcan políticas para una atención integral de la situación por regiones y según tipo de accidente (picadura de escorpiones, el tipo, el anti-veneno, etc.).
Actualmente, se está trabajando también en una guía para atender personas con mordeduras de serpientes, la cual aportará información documentada necesaria sobre las serpientes más venenosas de Panamá (como la serpiente equis y patoca). “Las evidencias que tenemos nos permiten aportar al país la documentación que permitirá una atención adecuada y oportuna”, señaló la especialista en toxicología.
A juicio de la investigadora las guías son importantes, porque “hay que tener normas de atención, procesos uniformados para que no importe donde se dé el caso, el afectado reciba la atención adecuada, por eso estos documentos técnicos y científicos son pertinentes y ayudan a establecer una forma de tratar esta situación”. Destaca que la data de Panamá sirve de referencia a la región, porque esto se ha publicado en revistas científicas de mucha citación.

Investigaciones en Proceso
En el CIIMET se han realizado tesis de licenciatura y maestría que han aportado mucha información a la data existente. Actualmente se ha publicado el resultado de tres tesis de maestría especializadas en temas de serpientes equis, una aborda la caracterización del veneno patrón (por Alina Uribe), evaluación de la presencia de bacterias en el veneno y la boca de estas serpientes, para el manejo clínico de los afectados (Alexa Prescilla) y caracterización del veneno por zona geográfica de Panamá, -encontrándose que las serpientes de las zonas de Chiriquí y sur de Veraguas- poseen el veneno más necrótico y hemorrágico que hay en el país, lo que obliga a los profesionales de esas zonas a una atención más rápida y adecuada dosis de antiveneno (Sara Vélez).
Próximamente se estará presentando ante la comunidad científica, nacional e internacional, los resultados de un estudio realizado sobre la serpiente patoca (30% de las mordeduras son por esta serpiente), donde hay hallazgos importantes que compartir, este trabajo es parte de tres tesis de licenciatura y una tesis de maestría que se realiza en la sede del CIIMET en el Centro Regional Universitario de Veraguas en conjunto con docentes y estudiantes del Centro Regional Universitario de Coclé en coordinación/colaboración con profesores e investigadores del CIIMET de la sede de Panamá, proyecto que fue financiado por la SENACYT.
En el tema de escorpiones se está trabajando y estudiando también el hongo que parasita en los alacranes que se traen del campo o los que se mantienen en cautiverio, a fin de garantizar la salud de la colonia que tenemos y poder hacer la producción del anti-veneno (en este proyecto participan la profesora Gesabel Navarro, Samuel Escudero y Carolina Guevara).
Existe una tesis de maestría en toxicología, realizada por Maricruz Morán, sobre envenenamiento experimental y caracterización de lo que ocurre a una persona afectada con el veneno de escorpión, donde se estudian al menos el veneno de 8 especies, de ambos géneros, el Tityus y el Centruroides, todo ello para evaluar cómo afecta al paciente y cómo se le brinda una atención basada en evidencia científica nacional
Cabe destacar que las investigaciones que lleva a cabo el CIIMET están enfocadas también en crear un anti veneno antiescorpiónico eficaz para las especies que habitan en Panamá, por ejemplo, estudios previos han demostrado que el escorpión Tityus cerroazul es el más tóxico que hay en el país y en comparación con los vecinos de Colombia y Costa Rica y esta especie en especial solo está en Panamá, ese estudio lo realiza actualmente el investigador Marcos Salazar en conjunto con investigadores de la UNAM en México.
Cabe destacar que el Centro de Investigación e Información de Medicamentos y Tóxicos fue creado el 14 de diciembre de 1988 en la reunión 45-88 del Consejo Académico, bajo las responsabilidades de las Facultades de Medicina y Farmacia de la Universidad de Panamá. Operativamente se ha dividido en dos secciones especializadas: la Sección de Investigación e Información de Medicamentos, que funciona en la Facultad de Farmacia y la Sección de Investigación, Información y Asesoramiento Toxicológico que funciona en la Facultad de Medicina.
Tiene como objetivo, brindar información especializada y ejecutar proyectos de investigación interdisciplinarios, intersectoriales e interinstitucionales que contribuyan con la producción de conocimiento e información relevante para el abordaje preventivo y de control de problemas de salud, de salud ocupacional y ambiental provocados por las sustancias químicas y las toxinas.
Por: Irina Chan Castillo / Foto: Félix Villarreal.