Noviembre es el mes de la patria. Todos los ciudadanos panameños, de una forma u otra, rendimos homenaje a nuestro hermoso país. En este momento, todos los habitantes, y en especial la comunidad universitaria, realizamos una profunda reflexión sobre el tipo de nación que deseamos para las generaciones presentes y futuras. Esto es especialmente relevante en un momento de incertidumbre provocado por la aprobación de la Ley 406 del 20 de octubre de 2023, el Contrato Minero.

Es lamentable que el Ministerio de Educación haya anunciado la suspensión temporal de los desfiles patrios oficiales del 3, 4 y 5 de noviembre, en el mes de la Patria. Independientemente de la situación en el país, debemos rendir tributo a la Patria, aunque esta decisión se tomó tras conversaciones entre los padres de familia, los directores de escuelas oficiales y particulares con la Comisión Nacional de Desfiles Patrios, en medio de las protestas masivas en todo el país en rechazo a la Ley 406.

La suspensión temporal de los desfiles patrios es consecuencia de la determinación de la sociedad para exigir un Panamá más honesto y transparente. Si bien es cierto que el detonante de estas protestas ha sido la aprobación de la Ley de Minería, los ciudadanos panameños también están hartos de la corrupción que nos ha afectado desde 1903. Los panameños merecemos gobernantes honestos, transparentes y comprometidos con la patria.

Este es el momento oportuno para que cada panameño, con la bandera en la mano y en el corazón, exija cambios reales y profundos, y castigue a los corruptos que malgastan los fondos de todos los panameños.

Ahora es el momento de unirnos y trabajar juntos para construir un futuro mejor, donde la corrupción sea cosa del pasado y la justicia prevalezca.

La historia nos ha enseñado que la unión y la determinación del pueblo panameño pueden lograr cambios significativos. En este Mes de la Patria, unámonos con valor para impulsar la transparencia, la justicia y la honestidad en nuestra nación. Es hora de que nuestras voces se escuchen y que nuestras acciones construyan el Panamá que soñamos para nuestras futuras generaciones.

La lucha no es solo contra la Ley 406, sino contra la corrupción arraigada que socava nuestro progreso. Este es un llamado a la acción y a la responsabilidad ciudadana en un mes que simboliza nuestro amor por Panamá y nuestro compromiso con su futuro.

Por: Alfredo Melendez Moulton.

Foto: Félix Villarreal.

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