Por: Rocío L. Rivera T.

En Panamá, se estima que viven con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) unas 29 mil personas, siendo la población entre 15 y 49 años la que presentó una prevalencia de 1,0% para el año 2022, según datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA). La investigadora y especialista en Trabajo Social de la Universidad de Panamá, Michelle Guanti, ha realizado diversos estudios sobre esta epidemia que actualmente ha cobrado la vida de 40 millones de personas en el mundo, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) es un virus que ataca el sistema inmunológico del cuerpo, específicamente a las células CD4 (un tipo de célula T). Con el tiempo, si no se trata, el VIH puede destruir tantas células CD4 que el cuerpo no puede combatir infecciones y enfermedades, llevando a la etapa final de la infección por VIH, conocida como etapa sida o VIH avanzado.

En Panamá todavía hay estigma y discriminación hacia las personas con el VIH.  Las estadísticas del Ministerio de Salud del año 2022, a nivel nacional, destacan que, de las personas que se les detectó el VIH, el 78% eran hombres y 22% eran mujeres. De estos el 88% se infectó por transmisión sexual.

Para una persona que sabe que tiene VIH es más difícil que busque tratamiento por el estigma que se crea sobre este tema, lo que evita que se acerque a los servicios de salud. Para ver el VIH y para poder prevenir el VIH hay que abordarlo de manera integral, que no solamente tiene que ver con la parte clínica de la persona, sino también con su entorno y con todo lo que involucra la condición en la que la persona vive y la sociedad que lo rodea.

RR: ¿Quién es Michelle Guanti?

MG: Soy licenciada en Trabajo Social, mi experiencia de trabajo ha sido en el área de Trabajo Social y en el área de Prevención Social en Salud. Básicamente en el tema de VIH y otras enfermedades. Actualmente cuento con una maestría en Ciencias Sociales, con énfasis en Sociología y Ciencias Políticas. En ese proceso de maestría, fuimos formados como investigadores sociales por parte de UDELAS-Senacyt. Estoy culminando un doctorado en la Universidad de Bonn, en Alemania, en Estudios del Desarrollo en el Centro de Investigación para el Desarrollo.

RR: ¿Qué le despertó su interés por investigar?

MG: Desde que estaba en el colegio secundario, tuve la oportunidad de hacer un poco de investigación, porque tenía una materia específica de investigación y eso me despertó mucho la curiosidad. Entonces, al momento de empezar mi carrera profesional, una de las cosas que me interesaba era diagnosticar las situaciones antes de poder intervenirlas.

Mis primeros pasos investigando, por ejemplo, fueron sobre las características socioeconómicas sobre el VIH de los colaboradores de la institución para poder desarrollar un Plan Nacional de Prevención. Todo eso en el marco de realizar un diagnóstico para, posteriormente, planificar y desarrollar un plan nacional para poder intervenir.

RR ¿Cuántas publicaciones o investigaciones ha realizado?

MG: Hasta el momento, cuento con tres publicaciones, algunas de mis investigaciones las he hecho en marco de proyectos. Por ejemplo, una investigación biológica conductual en población uniformada, otro tipo de investigaciones que no se publican, sino que se trabajan como línea de base para diferentes tipos de intervenciones, porque mi trabajo tiene mucho que ver con la parte de intervención. Estas publicaciones son sobre temas de ambiente político del VIH, normativas jurídicas y sobre investigaciones que han sido parte de mi trabajo ya más específico o personal.

Entre mis trabajos de investigación cuento con:

• Diagnóstico de las Capacidades en Monitoreo y Evaluación Sistema de Información de Salud de VIH en Panamá del proyecto MEASURE 2019.
•  “Factores psicosociales que inciden en la adherencia terapéutica a los antirretrovirales en Panamá”. Libro de memorias del Congreso Científico Nacional organizado por APANAC, octubre de 2016;
• Ambiente Político y su influencia en las políticas públicas sobre el VIH y el sida en Panamá, en libro Realidad e Investigación Social
• Artículo: “Políticas Públicas y Derechos Humanos sobre el VIH y sida en Panamá.” Publicado en la edición No.9 de enero a junio 2010 de la Revista Panameña de Política.

Estas publicaciones, las he expuesto en el Congreso Internacional de Trabajo Social en Salud y en el Congreso Científico de la Universidad de Panamá.

RR: ¿De sus investigaciones, ¿cuál considera usted que es la más importante?

MG: De mis trabajos realizados considero que el biológico-conductual fue muy importante porque permitió establecer una línea de base sobre la necesidad de intervención en una población específica o no.

También uno que tiene que ver con la adherencia a los tratamientos antirretrovirales, que permitió establecer ciertas cosas como, por ejemplo, la necesidad de los apoyos psicosociales a las personas con VIH para poder evitar que abandonen el tratamiento y esto es algo de suma importancia.

RR: ¿Por qué es importante abordar el VIH o el SIDA a tiempo?

La importancia de abordar este tema a tiempo hace la diferencia entre vida y muerte, un ejemplo claro es que, si una persona con VIH se trata en el momento adecuado, es probable que no avance a la etapa de SIDA. Inclusive durante su vida, mantiene la carga viral baja CD4 altos (valores altos de linfocitos), en su sistema inmunológico.

Este es uno de los problemas que tenemos en Panamá, las personas no se atienden a tiempo.  Cómo tenemos diagnósticos tardíos, muchas personas son diagnosticadas en etapa sida, cuando tienen una infección oportunista o presentan una morbilidad importante.

Por ejemplo, una discapacidad u otro problema que ya afecta a su sistema nervioso u otro tipo de sistemas, lo que hace más difícil para esa persona mantenerse o simplemente la lleva a morir. En Panamá la relación de hombre y mujeres con VIH es de tres hombres por cada mujer. Según los datos de 2022, Panamá es el segundo país de Centroamérica en cuanto a nuevos casos de VIH.

RR: ¿Considera usted que se habla poco del VIH como un tema de salud?

MG: Sí, lamentablemente, venimos de una pandemia en donde se le ha tenido que dar prioridad a otras cosas y aparte de eso, se ha dado un giro para pensar que solamente ciertas poblaciones claves deben ser intervenidas, que en cierto modo es importante. Sin embargo, nosotros tenemos una epidemia que hasta el momento no se ha controlado y según los datos del 2022, 2023, Panamá es el segundo país en Centroamérica que se mantiene todavía en el ranking de nuevos casos de VIH, lo cual no debe ser.

RR: ¿Qué se debe hacer para controlar el VIH en Panamá?

MG: Reforzar la prevención en población joven, para evitar el VIH y la dependencia de una tratamiento antirretroviral de por vida.

Otros países ya han pasado a otra etapa, pero Panamá continúa siendo un país donde el VIH sigue siendo una preocupación, donde tenemos muchos jóvenes que se están infectando desde las edades de 15 años.

No deberíamos tener tantos diagnósticos tardíos, ni una incidencia tan alta en casos de VIH. Este método tiene la potencialidad y esto debemos superarlo, ya que Panamá es un país que tiene acceso universal al tratamiento.

RR: ¿En Panamá hay orientación sobre el tema de VIH?

MG: En los hogares se puede dar la orientación, pero no es lo mismo que a nivel de educación escolar. La educación en prevención debe ser parte de nuestro lenguaje diario, lo deberíamos manejar todos normalmente. Toda persona que sea activa sexualmente o toda persona que inicie su actividad sexual debe saber que está en riesgo y debe tener un control de su salud. Y en el tema de los menores de edad, se debe dar esa orientación para que los jóvenes sepan manejar bien su sexualidad y prevenir.

Desde la infancia, nosotros debemos hablar normalmente de los seres humanos, de nuestra anatomía y todo lo demás como un tema transversal.

RR: ¿Cuáles son las edades más afectadas por estos casos?

MG: En la población panameña tenemos VIH en todas las edades. Pero hay edades específicas donde hay mayor incidencia de casos, se puede decir que desde los 15 años.  Entre los rangos de 24 a 29 años, son edades en las que hay una alta incidencia. Sin embargo, también se está dando casos de VIH en población adulta mayor de más de 60 años, no son la mayoría, pero sí se están dando casos, ya los adultos mayores tienen otras posibilidades, hay mayor actividad y otras situaciones.

RR: ¿Qué regiones tienen un mayor número de casos?

MG: Podemos mencionar la región metropolitana que siempre va a la cabeza en las cifras, pero también hay otras regiones como: Colón, Bocas del Toro, Panamá Oeste, San Miguelito y en las comarcas.

RR: ¿Qué proyecto está desarrollando?

MG: Actualmente trabajo en investigación sobre vulnerabilidad en poblaciones con VIH; con este proyecto busco brindar información o llenar un vacío de información que existe en el país sobre grupos específicos que están siendo afectados por el VIH. En el proceso he visto que hay mucha necesidad de información, la cual debe ser publicada y de este modo llegar a las comunidades, dejándolas como evidencia para que las intervenciones se desarrollen de una forma más específica, de acuerdo a las necesidades.

Después me gustaría desarrollar uno que tenga que ver con lo que ya he hecho hasta ahora, pero a nivel de experimento social, y llevar adelante algún dispositivo de intervención y ver su eficacia. Eso sería como una continuación a futuro de lo que he estado trabajando hasta ahora.

RR: ¿Qué consejo da a los estudiantes de esta carrera?

MG: Mi consejo más importante es que tengan resiliencia, mucha perseverancia y también saber que nosotros estamos en un entorno que a pesar de que tiene muchos problemas, también tiene muchas oportunidades y muchas necesidades de intervención, de investigación, de desarrollo, no solamente a nivel de las ciencias duras sino también de las ciencias sociales y de una carrera como el trabajo social que tiene este método de diagnosticar, intervenir y evaluar. Con ese tipo de posibilidades que tenemos, tiene la potencialidad de crear cosas que en verdad lleguen y mejoren la vida de las personas.

Esto es algo que todo estudiante que entra a la carrera de Trabajo Social tiene que estar claro que quiere hacer eso, esforzarse por hacer lo mejor posible y saber que no te vas a encontrar de repente con las mejores condiciones, pero que vas a perseverar para poder salir adelante.

Más sobre Michelle Ganti

Es docente en la Facultad de Administración Pública, de la carrera de Trabajo Social; cuenta con un programa Doctoral -Centro de Investigación para el Desarrollo – Universidad de Bonn-Alemania; Investigadora; Maestría en Ciencias Sociales con énfasis en Sociología y Ciencia Política. Formación como Investigadora: Social becaria del Proyecto Senacyt-UDELAS y Licenciatura en Trabajo Social– Universidad de Panamá.