Por: Rosa Mora /FAECO/ Departamento de Administración de Empresas Turísticas Foto: Canva Pro

El impulso al desarrollo turístico de Panamá se ha orientado principalmente a la planta turística y hotelera. Sin embargo, tenemos la capacidad de ofrecer una amplia gama de productos y servicios, aprovechando nuestras ventajas competitivas que radican en la envidiable posición geográfica, la seguridad económica y la estabilidad política que hemos mantenido a lo largo de los años.

Aunado a lo anterior, nuestra rica historia, abundante naturaleza, hermosa arquitectura colonial y conectividad, entre otros atributos, son elementos suficientes para poner en valor turístico todo nuestro territorio, con un enfoque sostenible.

Para lograr este propósito, es necesario, conveniente y oportuno que tanto el Estado como la ciudadanía cumplan conscientemente con su papel.

El Estado debe enfocar las prioridades nacionales en todos los niveles (regional, provincial y local) y lograr la integración de todos los actores, tomando como punto de partida la cohesión social y territorial. A partir de ahí, se debe impulsar el turismo como una actividad generadora de riqueza, considerando los efectos inducidos sobre el patrimonio, la cultura y la comunidad anfitriona. Es fundamental actualizar las políticas públicas para ordenar la fiscalización y el control empresarial, sin descuidar la labor de proteger los frágiles equilibrios que caracterizan el medio ambiente, para finalmente proyectarnos al mundo como un país donde predomina la cultura de servicios.

La ciudadanía, por su parte, debe contribuir preservando nuestra cultura, tradiciones y forma de vida, instruyéndose hacia una cultura de servicio y hospitalidad, e incentivando a los miembros de su familia a mantener el respeto a las normas de convivencia pacífica, ornato y aseo, pero, sobre todo, a cultivar el orgullo de ser panameños.

Estas estrategias generan mayor confianza entre los gestores públicos y privados que apuestan por la inversión en emprendimientos sostenibles y la incorporación de la innovación en los modelos de negocio, encaminándonos a consolidar nuestra oferta turística de forma sostenible, justa y equitativa.

Los resultados se harán sentir a través de la inversión extranjera, que traerá consigo más ingresos económicos a través de emprendimientos locales y fuentes de empleos directos e indirectos. Será notable el mejoramiento de la calidad de vida y el compromiso de la población local en la protección de nuestros recursos turísticos, conduciendo al surgimiento de una nueva generación de líderes que cristalizarán los anhelos de nuestro pueblo, contemplados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que hemos firmado y perseguido desde el año 2015.

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