Por: Aracelly De León, directora del IMUP

Durante la segunda guerra mundial miles de mujeres salieron a desempeñar puestos de trabajo que antes ocupaban los hombres, desplazados al frente de batalla.

Una vez aprobada la píldora anticonceptiva en USA en 1960, las mujeres empezaron a tener menos hijos, lo que les permitió ingresar masivamente a las universidades a partir de la década de los 70.

Los organismos internacionales y los estudiosos del desarrollo se percataron que mantener a las mujeres en sus casas reducía a la mitad la fuerza laboral y por lo tanto el crecimiento y el desarrollo económico.

Las Naciones Unidas han organizado cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, que se celebraron en México (1975), Copenhague (1980), Nairobi (1985) y Beijing (1995). A ésta última siguió una serie de exámenes quinquenales.

Es importante que sepamos que UNIFEM, El Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer recién fue creado en 1976, y ONU Mujeres surge en 2010, producto de una restructuración de Naciones Unidas.

Este recuento tiene como objetivo reconocer que el tema de la igualdad entre hombres y mujeres hasta hace poco no era una prioridad política estratégica.

A pesar del gran esfuerzo de Naciones Unidas y del movimiento feminista para comprometer a los países, el adelanto en la vida real de las mujeres no fue el esperado. Cuando arribamos al siglo XXI y se establecieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), cuyo fin era saldar las deudas sociales que no se cumplieron en el siglo XX y cuya vigencia era hasta el año 2015.

En ese contexto, el Objetivo 3: Promover la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de la mujer, estuvo de tercero, después del Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre y el Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal.

En ese momento la prioridad era la Meta 3a: Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza antes de finales de 2015.

Meta muy limitada a la educación y que fuera criticada por diversos organismos como CEPAL, ONU Mujeres y UNFPA, sobre todo porque no tocaba el tema de la salud sexual y reproductiva, que sigue siendo el problema no resuelto a nivel mundial.

En términos generales, se ha logrado eliminar las desigualdades en la educación. Ahora hay más mujeres que hombres en las universidades, pero no así en el mercado laboral, ni en la toma de decisiones.

De tal manera que la nueva Agenda del Desarrollo Sostenible al año 2030, señala en su objetivo 5: Lograr la Igualdad entre los Géneros y Empoderar a todas las Mujeres y las Niñas.

La importancia del ODS 5, es tal que, con motivo del 8 de marzo 2023, UNESCO-IESALC publicó un Informe acerca de las Universidades en el mundo que revela hasta qué punto las instituciones de educación superior del mundo contribuyen o no a la igualdad de género.

Reconociendo los avances logrados por las mujeres en las diferentes sociedades, pero conscientes de los muchos pasos que aún quedan por dar y de las nuevas barreras que plantea la pandemia del Covid-19, este informe reflexiona sobre la posición única que tienen las universidades en la sociedad y su potencial para ayudar a abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en general, y en especial el ODS5: Lograr la igualdad de género y empoderamiento de todas las mujeres y niñas (THE Report Gender Equality: How Global Universities are Performing, March 2022).

Este informe sobre Igualdad de Género incluye un análisis a nivel mundial y nacional sobre datos de Educación Superior a través de 18 indicadores diferentes. Se examina la contribución a la igualdad de género realizada por una serie de instituciones de educación superior de todo el mundo y destaca estudios de casos de cinco universidades que están liderando esta labor en sus regiones (Líbano, India, México, Kenia e Irlanda). Esto derivó en un ranking de universidades por género.

Entre las 100 mejores en el mundo según la Igualdad de Género están algunas de América Latina:

La Pontificia Universidad Católica de Chile en el lugar 30.

La Universidad Nacional de Córdoba, Argentina en el lugar 35.

La UNAM de México en el lugar 42.

La Escuela Superior Politécnica del Litoral, Ecuador en el lugar 67.

La Universidad Estadual de Londrina, Brasil en el lugar 79.

La Universidad Andrés Bello, de Chile en el lugar 92.

La Universidad del desarrollo de Chile en el lugar 99.

La Universidad de Panamá tiene este desafío.

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