Marisol Chavarría dedicó su vida profesional al servicio técnico quirúrgico hasta su jubilación; sin embargo, su verdadera pasión siempre fue el dibujo y la pintura. En la prástica, ella domina la técnica del óleo y sus sueños se hicieron realidad a sus 72 años al recibir su título universitario de Licenciada en Artes Visuales de la Universidad de Panamá.
Oriunda de Volcán, Chiriquí, la señora Marisol, tiene una vida marcada por la perseverancia, demostrando que nunca es tarde para alcanzar los sueños. Una vez culminaron sus funciones profesionales en el campo de la salud, decidió continuar con el llamado de su verdadera pasión: el arte.
“Siempre me ha gustado dibujar y pintar”, expresó Marisol, quien costeó sus propios materiales con esfuerzo y dedicación.
En la ceremonia de graduación, Marisol estaba acompañada por sus familiares. No solo un título, sino también el reconocimiento de una vida marcada por la firmeza y tenacidad. La familia fue su mayor apoyo, alentándola constantemente a continuar sus estudios.“Anímense a estudiar lo que les gusta: nunca es tarde. Yo soy un ejemplo de que si lo deseas fuertemente lo puedes conseguir”, afirmó Chavarría, dejando el mensaje, tanto a las nuevas generaciones como a quienes postergan sus metas por temor o falta de tiempo.
La historia de Marisol es un testimonio inspirador de vocación, tenacidad y amor por el conocimiento. La pincelada más valiente es no rendirse jamás.
Por: Ingrid Amaya / Foto: Yamileth Donalicio






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