Especialistas en temas de género y derechos humanos advierten que la eliminación del Ministerio de la Mujer que plantea el presidente, José Raúl Mulino, representa un “retroceso a las conquistas históricas que han tenido que emprender las mujeres del país para obtener derechos” y que esta institución no es un lujo; más bien una necesidad en un país con desigualdad de género.

Sus declaraciones se dieron durante la conferencia: “Consecuencias del cierre del Ministerio de la Mujer para la sociedad panameña”, organizada por el Sindicato de Trabajadores de la Educación Nacional (SITEN), de la Universidad de Panamá.

La directora del Instituto de la Mujer de la Universidad de Panamá, Dra. Aracellys De León, durante su ponencia hizo un recuento histórico de todos los avances logrados por las mujeres a través de la historia, enfatizando que ha sido producto de “siglos de luchas”. 

Explicó que las desigualdades de género siguen siendo uno de los principales flagelos del siglo XXI, y que el Ministerio de la Mujer no puede ser visto como una simple institución, sino como una herramienta esencial para enfrentar problemas estructurales como:

  • La exclusión de las mujeres del mercado laboral formal: las mujeres representan la mayoría de la población urbana y rural sin ingresos propios.
  • La persistencia de la violencia de género, incluso en casos donde existen medidas de protección.
  • La sobrecarga del trabajo doméstico no remunerado, que sigue recayendo en las mujeres.
  • La falta de autonomía económica, incluso entre mujeres profesionales o de clase alta.

Apoyada en datos del Índice de Desarrollo Humano del PNUD (2023), la expositora reveló que, si bien Panamá ocupa el puesto 59 en desarrollo humano, cae al puesto 94 cuando se analiza la desigualdad de género, ubicándose al nivel de países como Sudáfrica. Esta caída es atribuida a deficiencias en áreas como salud reproductiva, participación política, educación y acceso al mercado laboral.

Asimismo, recordó que la ONU ha respaldado históricamente la lucha de las mujeres, a través de instrumentos como la CEDAW (1979) y la Convención de Belém do Pará (1994), ambos firmados por Panamá, pero poco implementados en la práctica.

Finalmente, la Dra. De León enfatizó que el presupuesto asignado al Ministerio de la Mujer es insuficiente, inferior incluso al de una facultad universitaria, y que la igualdad debe integrarse transversalmente en todas las políticas públicas, presupuestos y estructuras del Estado.

El Ministerio de la Mujer no es un lujo ni una concesión, es una necesidad urgente en un país con altos índices de desigualdad. “Su eliminación sería una muestra más de desconocimiento y desprecio por los derechos de la mitad de la población”, concluyó.

Por su parte la Dra. Juana Herrera, quien fuera la primera ministra del Ministerio de la Mujer, durante su exposición hizo un enérgico llamado a la defensa de los derechos de las mujeres, ante la eliminación del Ministerio de la Mujer por parte del actual gobierno.

Herrera recordó que la creación del Ministerio fue el resultado de décadas de lucha del movimiento de mujeres panameñas desde los años 70. Resaltó que los pactos Mujer, Desarrollo e Igualdad para elevar el INAMU a Ministerio fueron firmados por casi todos los candidatos presidenciales desde 1993.

A su juicio, el Ministerio no fue una improvisación, sino una respuesta a una necesidad histórica, respaldada por acuerdos políticos y sociales.

Explicó algunos logros alcanzados durante su gestión:

  • La reducción de femicidios en 2023 (de 21 casos en 2022 a 15 casos)
  • Fortalecimiento de los 17 Centros de Atención Integral del Ministerio
  • Protocolos para atención a mujeres con discapacidad y rurales
  • Firma de 12 convenios interinstitucionales sin costo
  • Creación de una política pública para la igualdad de género (2024–2034)
  • Proyectos de empoderamiento económico con emprendedoras y cooperativas
  • Capacitación de mujeres indígenas como técnicas en energía solar

Mencionó que Panamá ostenta la presidencia de la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, y ha tenido representación en instancias clave como el Consejo de Seguridad de la ONU. Herrera advirtió que el cierre del ministerio debilita esa representación internacional.

Señaló que el Ministerio operaba con solo 6 millones de dólares, y que, aunque se solicitó un aumento, el presupuesto asignado fue de apenas 11 millones, lo que representa una ínfima parte del presupuesto estatal.

Herrera advirtió que transformar el Ministerio en una secretaría sin rango ni poder de decisión es un grave retroceso. «Una oficina no tiene voz, no puede articular ni coordinar a nivel institucional», sostuvo.

Cuestionó que la decisión del cierre fue arbitraria y no se basó en una evaluación objetiva del desempeño del ministerio.  Adelantó que un grupo de mujeres organizadas, están haciendo las gestiones, para sacar cita con el presidente y algunos diputados para explicarle la importancia de mantener abierto el Ministerio de la Mujer.

El secretario general del SITEN, Arturo Ovalle, fue el encargado de dar apertura a esta importante conferencia, donde se pone en contexto lo transcendental que es esta institución, para el desarrollo pleno y la promoción de la equidad entre hombres y mujeres.

Por: Irina Chan Castillo / Foto: Félix Villarreal.

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