El Instituto de la Mujer de la Universidad de Panamá (IMUP) realizó un ciclo de actividades dirigido a sensibilizar a la comunidad universitaria, en conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, celebrado cada 25 de noviembre en honor a las hermanas Mirabal, activistas dominicanas asesinadas en 1960 durante la dictadura de Rafael Trujillo.

La mañana inició con una Cadena Humana para sensibilizar a todos los transeúntes de la calle Eusebio A. Morales, contigua a la Universidad de Panamá, donde funcionarios administrativos, profesores y estudiantes entregaron volantes explicando los tipos de violencia, detección de relaciones malsanas, dónde acudir a denunciar situaciones de violencia, entre otros.

En la Sala Raí de la Biblioteca Simón Bolívar se desarrolló la conferencia “El Poder del Lenguaje Frente a la Violencia Económica contra las Mujeres” dictada por la psicóloga y feminista venezolana Susana Reina, quien al hacer uso de la palabra recordó el legado de las hermanas Mirabal y denunció la persecución que enfrentan actualmente más de 180 mujeres políticas venezolanas.

Reina subrayó que la violencia machista no empieza necesariamente con un golpe, sino que se sostiene en dos pilares fundamentales: el lenguaje y la economía, elementos que históricamente han limitado la autonomía y la visibilidad de las mujeres. Destacó que el patriarcado opera tanto en el plano simbólico —a través de palabras que excluyen o borran a las mujeres— como en el material, mediante la dependencia económica.

Advirtió sobre nuevas formas de invisibilización que surgen del uso de términos neutros que sustituyen la palabra “mujer”, lo cual dificulta nombrar fenómenos como la violencia obstétrica o el feminicidio. Reina insistió en que nombrar con precisión es una herramienta política y recordó que cada avance del feminismo ha estado ligado a disputas por el lenguaje.

Concluyó señalando que, ante las persistentes brechas y expresiones de machismo en América Latina, defender el lenguaje es defender también la verdad, la memoria y los derechos de las mujeres.

Abordando la violencia digital

Se desarrolló además un foro especializado sobre violencia digital de género, moderado por Dayanara Salazar Medina, coordinadora del Programa para Panamá de ONU Mujeres, profesional con más de 24 años de experiencia en derechos humanos e igualdad de género dentro del sistema de Naciones Unidas. El evento reunió a representantes de instituciones, organizaciones feministas y especialistas en justicia y ciberseguridad, con el respaldo del IMUP, la Embajada de Francia y diversas agencias del Sistema de Naciones Unidas.

El panel estuvo integrado por Marina Reyes Ricardo, directora ejecutiva de Funda Morgan; Sharon Klinger, periodista y representante de Infante Tech; y Jorge de la Torre, secretario general del Ministerio Público. Cada uno abordó los desafíos emergentes de la violencia digital contra mujeres, adolescentes y niñas en Panamá, desde el acoso y hostigamiento en línea hasta los deepfakes, la extorsión sexual, la suplantación de identidad y nuevas formas de control tecnológico dentro de relaciones de pareja.

Durante el foro se destacó que, aunque Panamá cuenta con la Ley 478 de 2025 —que tipifica la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento, la extorsión en línea y la suplantación de identidad—, persisten amplios vacíos legales y de prevención, pues los estudios identifican hasta 11 formas de violencia digital no cubiertas por la normativa actual. Las panelistas señalaron además un serio problema de desconocimiento de las rutas de denuncia, especialmente en mujeres jóvenes y en comunidades rurales, lo cual limita la protección efectiva.

Los especialistas coincidieron en que la violencia digital reproduce patrones históricos de violencia machista, pero con mayor alcance, permanencia y velocidad gracias a la tecnología. Urgieron fortalecer la educación en derechos digitales desde las escuelas, apoyar a las víctimas con acompañamiento psicosocial, dotar al Ministerio Público de recursos técnicos para investigar ciberdelitos y promover campañas que desnormalicen el acoso en entornos virtuales. El foro concluyó con un llamado a integrar a las juventudes en el diseño de soluciones y a construir políticas públicas que respondan al acelerado avance de los riesgos digitales.

Cabe destacar, que el evento fue inaugurado por la directora del Instituto de la Mujer de la Universidad de Panamá, Aracellys De León, quien expresó su satisfacción por el respaldo recibido de Naciones Unidas en Panamá y de la Embajada de Francia, al destacar que estas alianzas fortalecen la promoción de una diplomacia feminista que —aseguró— el país debe adoptar y desarrollar.

Recordó que la violencia contra las mujeres y los niñas no se limita a lo físico, sino que también es estructural, económica y política, manifestándose de diversas formas. De León dio la bienvenida a los asistentes en nombre de las autoridades universitarias y reafirmó la convicción del Instituto de seguir siendo, como señala su lema, “faros de la Nación”.

Los peligros de los entornos digitales

la secretaria general del Ministerio de la Mujer, Mirthia Borissoff Chaw, al hacer uso de la palabra advirtió que la violencia de género ha trascendido los espacios físicos para expandirse a los entornos digitales, donde mujeres, jóvenes y niñas enfrentan nuevas y complejas formas de agresión. Señaló que, aunque la tecnología ofrece oportunidades, también ha facilitado el incremento de delitos que vulneran los derechos y la seguridad de las mujeres, como la difusión de imágenes sin consentimiento, el ciberacoso y el chantaje sexual.

Borissoff Chaw destacó que Panamá aún no cuenta con un marco regulatorio integral sobre violencia digital, aunque reconoció avances importantes como la aprobación de la Ley 478 de 2025, que introduce reformas sustanciales al Código Penal de Menores para enfrentar los desafíos del mundo digital. Explicó que esta normativa actualiza la política nacional contra la criminalidad digital, la alinea con estándares internacionales y fortalece la capacidad del país para responder a las ciberamenazas.

La funcionaria advirtió que la violencia digital afecta de manera desproporcionada a mujeres con alta visibilidad en internet —como periodistas, políticas, activistas y defensoras de derechos humanos—, quienes enfrentan ataques coordinados que buscan silenciarlas y desacreditarlas. También impacta a mujeres con acceso limitado a la tecnología, especialmente en áreas rurales, donde los agresores ejercen control sobre dispositivos y restringen su alfabetización digital. Esta forma de violencia, añadió, puede trasladarse al ámbito físico mediante acoso, agresiones o incluso femicidio, además de limitar la participación pública y el liderazgo de las mujeres.

En cuanto a la respuesta institucional, Borissoff Chaw presentó las herramientas digitales que el Ministerio de la Mujer ha puesto a disposición para fortalecer la atención, prevención y protección de las víctimas. Entre ellas mencionó:

  • Alexa Ayuda, una herramienta que facilita el primer contacto y reduce barreras de comunicación, incluso para mujeres con discapacidad auditiva.
  • La línea de orientación 182, disponible 24/7, que ofrece atención confidencial y coordinada con el Centro de Operaciones Nacional de la Policía Nacional para intervenciones de emergencia.
  • La aplicación móvil MujerA, que brinda acceso seguro a información, contactos de emergencia, centros de atención, reportes de violencia y apoyo legal y psicológico, además de incorporar alertas de seguridad, botón de pánico y geolocalización para respuestas inmediatas.
  • Data Mujer, una plataforma que centraliza y sistematiza los datos relacionados con la atención y prevención de la violencia, fortaleciendo la toma de decisiones basada en evidencia.

La secretaria general reafirmó el compromiso del Ministerio de seguir impulsando soluciones innovadoras y tecnológicas que garanticen entornos digitales seguros, accesibles y libres de violencia para todas las mujeres, adolescentes y niñas del país.

La experiencia de Francia

La embajadora de Francia en Panamá, Aude de Amorim, agradeció la participación de quienes acompañaron a la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una fecha que, recordó, pone en evidencia que la violencia de género continúa siendo una de las violaciones de derechos humanos más extendidas y persistentes en el mundo. Señaló que ninguna sociedad puede avanzar mientras las mujeres no vivan plenamente libres de violencia, e hizo un llamado a centrar la atención en dos fenómenos profundamente conectados: la violencia digital y los feminicidios. “La violencia en línea prepara demasiadas veces la violencia física”, advirtió.

De Amorim subrayó que ambas formas de violencia buscan intimidar, controlar y silenciar a las mujeres, expulsándolas del espacio público. En ese contexto, compartió que en Francia 81 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va del 2025, mientras que en 2024 la cifra alcanzó 118 casos. “No son solo estadísticas; son vidas truncadas y familias destruidas”, afirmó, destacando que la violencia machista no conoce fronteras. Ante esta realidad, reiteró que Francia ha convertido la lucha contra todas las formas de violencia en un eje central de su diplomacia feminista.

La embajadora recordó que Francia acogió, el 22 y 23 de octubre de 2025, la Cuarta Conferencia Ministerial de Diplomacia Feminista, donde la comunidad internacional reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres y la igualdad de género. A nivel de la Unión Europea, Francia lidera iniciativas que buscan responsabilizar a las plataformas digitales y avanzar en el reconocimiento de la violencia digital como violencia basada en género. Asimismo, mencionó que en la Asamblea General de la ONU de 2024, Francia y los Países Bajos respaldaron una resolución aprobada por unanimidad para prevenir y eliminar todas las formas de violencia en línea contra mujeres y niñas.

En el plano internacional, Francia también impulsa la universalización del Convenio de Estambul —instrumento clave para combatir la violencia contra las mujeres— e instó a que países como Panamá se sumen a su adopción. A nivel local, afirmó que la embajada continúa fortaleciendo la cooperación con la sociedad civil y las instituciones panameñas para avanzar en la protección de los derechos de las mujeres.

La diplomática alertó además sobre los desafíos que plantea la inteligencia artificial en la generación de nuevas formas de violencia digital. Mencionó el caso de una aplicación llamada Broke, capaz de producir noticias falsas y deepfakes, incluyendo imágenes sexualizadas no consentidas. Explicó que una futura legislación europea establecerá obligaciones estrictas para evitar usos abusivos de la IA, normativa que, dijo, espera pueda servir de inspiración para otros países.

De Amorim concluyó su intervención con un llamado a la acción conjunta para frenar la violencia en todas sus formas y a mantener la vigilancia frente a la creación de comunidades digitales que fomentan el odio y la agresión contra las mujeres. Agradeció el apoyo de Naciones Unidas, del Ministerio de la Mujer, de las organizaciones aliadas y de la Universidad de Panamá. Cerró citando a la feminista francesa Benoîte Groult: “El feminismo nunca ha matado a nadie; el machismo mata todos los días”.

Por: Irina Chan Castillo / Foto: Félix Villarreal.

Deja un comentario