La estabilidad emocional y física son fundamentales para que todo niño y adolescente desarrolle seguridad hacia su vida adulta y sea una persona socialmente adaptado, por ello es imperante establecer y supervisar el ambiente en que estos se desenvuelven.
Los niños y adolescentes tienen no sólo el derecho, sino la necesidad de sentirse seguros en su hogar, comunidad y colegio.
En este sentido, el fenómeno del Bullying obstruye y afecta severamente el desarrollo normal de los niños y jóvenes, pues constituye un entorno de amenaza y agresión, dando como resultado consecuencias negativas a corto y largo plazo.
Es más, el Bullying o acoso no interfiere sólo en la tranquilidad y colaboración, que son la base de un ambiente positivo para el aprendizaje, sino que afecta usualmente de por vida tanto a quienes han sido víctimas y objeto de agresión, amenaza, burla y/o discriminación, como a los bullies (los agresores) y también a los testigos presenciales del acoso.
El fenómeno del Bullying afecta severa e inadvertidamente todo el clima emocional educativo, por lo general no se termina por sí solo y a menudo empeora con el tiempo, por lo que resulta necesario considerarlo como síntoma de un entorno deteriorado, así como de un malestar general más amplio a nivel comunitario
Estudios han demostrado que los que aplican el acoso experimenta un sentimiento de excitación gozosa, sintiéndose poderoso o divertido, mientras el abusado queda intimidado, asustado, avergonzado, ofendido y humillado.
El acoso puede ser visto de diferentes formas:
– Acoso Físico, se refiere a ataques como patadas, empujones, escupidas, tirones de pelo, encerrar a los compañeros por la fuerza, bajarles los pantalones y puede llegar a el tacto de partes íntimas.
– Acoso Verbal, es la amenaza vocal hacia uno o varios compañeros, insultos o burlas crueles acerca de diferencias, deficiencias, defectos o impedimentos de los demás.
Este tipo de acoso puede pasar desapercibido, por no dejar señales físicas y ser de ejecución rápida y sutil, a veces incluso enfrente de los adultos, quienes pueden justificarlo como una simple broma, restándole importancia.
– Acoso Relacional, se refiere a la discriminación social de hacia uno o varios compañeros, ya sea suspenderle el habla, ignorándolo o difundiendo rumores con el fin de aislarle del grupo.
Es el más común entre los adolescentes, el resultado suele ser el aislamiento del acosado, dada la importancia de las relaciones sociales en la pubertad y adolescencia, el rechazo-humillación experimentados pueden generar desde sentimientos de falta de pertenencia, rechazo, ansiedad y depresión, hasta el uso de drogas y alcohol para evitar la sensación de desequilibrio.
El Bullying es un comportamiento cuyo impacto ha alarmado al mundo, sólo en Estados Unidos se registran al año varios casos de balaceras en escuelas y asesinato de compañeros o de maestros, que no ha sido más que el reflejo del comportamiento del niño o adolescente.
A nivel nacional se han visto casos de Bullying en colegios, donde los afectados reciben desde amenazas hasta maltrato físico, actitud que se ha podido corregir si los padres de familia o familiares dedicaran el tiempo suficiente con sus hijos.
La atención a los jóvenes, conocer sus gustos y dificultades, el ser una guía o consejero puede ayudar a evitar se continúe con el acoso, otro punto a considerar es conocer que visita en internet y las redes sociales que más utiliza, respetando el espacio del joven, pero siendo siempre ese balance de confianza ante cualquier tipo de comportamiento.
Por: Ingrid Amaya V. Imagen: tomada de mundopsicologicos.com