El Centro de Investigación e Información de Medicamentos y Tóxicos (CIIMET) de la Universidad de Panamá, se encuentra investigando la “Diversidad Genética de los Escorpiones: Tityus y Centruroides», para crear una base de datos genómicos de especies de importancia médica en el país que sirvan para compartir con países de Centroamérica y Suramérica.

En Panamá existen varias especies de escorpiones, pero los géneros Tityus y Centruroides son considerados como las variedades más peligrosas por su toxicidad. Ambas especies son de la familia Buthidae, catalogada como tóxica.

El encargado de desarrollar la investigación, Samuel Escudero, quien es asistente de laboratorio en el CIIMET, explicó que este proyecto puede durar un promedio de dos años, pero al concluir permitirá contar en el país con una data que ayudará a ver la diferencia genómica intraespecífica de ambas especies y esto a su vez servirá para estudios de diversidad haplotípica para comparar con escorpiones de Centroamérica y Suramérica. (haplotipo: conjunto de marcadores genéticos estrechamente relacionados presentes en un cromosoma y que tienden a heredarse juntos)

También, se aspira con este estudio compartir los datos obtenidos en la base de datos GenBank (que es una colección de todas las secuencias de ADN y proteínas disponibles).

El investigador Samuel Escudero.

El investigador indicó que en este momento se encuentra haciendo la colecta de las especies, para luego iniciar el proceso de extracción de muestras de ADN genómico del Tityus y Centruroides, que servirá para los estudios requeridos en este proyecto.

Cabe destacar que la genómica se refiere al estudio del genoma completo, de todos los genes que se encuentran en un organismo, en contraste con la genética la cual estudia genes de forma individuales. La genómica también implica la secuenciación y el análisis de genomas (el genoma es la secuencia total de ADN que posee un organismo en particular).

Durante años, el CIIMET ha desarrollado distintas investigaciones sobre los escorpiones, gracias a ellas el país cuenta con un mapeo de zonas vulnerables, se identificó las especies más venenosas del país y esta data científica permitió a las autoridades distribuir el suero antiescorpiónico según la necesidad de cada área para bajar la incidencia de muertes (ya que los pacientes tienen dos horas para recibir el suero).

También, en un trabajo colaborativo interinstitucional, se logró publicar una Guía para “Manejo Integral de Picaduras de Escorpiones en la República de Panamá”, que ha servido al país para que las autoridades de salud establezcan políticas para una atención integral de la situación por regiones y según tipo de accidente.

Por: Irina Chan Castillo / Foto: Félix Villarreal e ilustrativa de Canva