Dame Margot Fonteyn, la primera bailarina absoluta del Ballet Real de Inglaterra, amó a Panamá hasta el último de sus días. Se destacó en la historia por ser una de las tres bailarinas más renombradas a nivel mundial. Tuvo una vida activa por 45 años, siendo el bailarín soviético, Rudlof Nureyev, su más renombrado compañero en los grandes escenarios.
Roberto “Tito” Arias era el hijo de Don Harmodio Arias Madrid y sobrino de Don Arnulfo Arias Madrid. Estaba destinado a continuar con el legado político de su familia. Tuvo una educación de élite, siendo el Colegio St John´s de Cambridge en Inglaterra, el nicho que le permitió conocer a Margaret Hookman y quedar enamorado de la bella bailarina, conocida artísticamente como Margot Fonteyn.
Mercedes Arias estudió Comunicaciones en la Universidad de Boston y una maestría de la Universidad de Massachusetts. Es una exitosa periodista, escritora y productora de televisión, radio y cine. Aunque tuvo poco acceso familiar directo con don Tito, la increíble historia de amor de sus tíos le permitió madurar un proyecto histórico, periodístico y muy personal que, junto con la productora y directora Delfina Vidal Frago, lo convirtieron en el documental “Margot, Tito y yo”, que describe el idilio, tejido desde el romance, el glamour, el dolor, la tragedia, la política y los guiños de la farándula criolla y foránea, pero sobre todo el amor que la extraordinaria artista sentía por la Patria que la vio vivir a plenitud hasta su latido final.
En calidad de directoras, Mercedes Arias y Delfina Vidal Frago arman las piezas narrativas para recrear una historia digna de contar. Los datos, los recursos informativos, el pietaje encontrado, las locaciones y el diseño de la producción le brindan al espectador una experiencia que emociona y toca fibras de nostalgia por un Panamá que en la actualidad perdió el encanto y picardía de aquellos días.
La estructura del guión presentado por Joaneska Grossl, Arias y Vidal, logra sostener el relato por los 70 minutos de duración. Este trabajo debe motivar a otros productores para complementar lo relacionado con estos personajes, y así, continuemos indagando y provocando en distintos formatos más respuestas con precisiones históricas, sus respectivos contextos y hasta más relatos sobre personajes históricos relevantes de nuestra nación.
La música de Leonardo Durham es la nota precisa que requiere un proyecto de esta magnitud. El acompañamiento musical se hace muy presente entre la canción y los movimientos que desarrolla en su banda sonora.
Los testimonios de los entrevistados en el documental, en especial el de Buenaventura Medina, asistente de don Tito y Margot, definitivamente son muy valiosos para darle vida, humor, candor y emociones reales al trabajo cinematográfico de la dupla.
Dame Margot Fonteyn y Tito Arias, según lo investigado, compartían mismas pasiones, poseían un sentido del humor muy particular y desde las fotos mismas, se percibe el magnetismo y atracción de ambos personajes. Sí, es una historia de amor con altibajos y tragedias, así es el amor, y eso logra transmitirse en esta pieza documental, que además aporta muchos datos sobre la historia misma de Panamá, desde una visión histórica familiar.
Por: Rainer Tuñón C.